sábado, 30 de enero de 2010

Etiquetas musicales

He encontrado un hueco en mi horario de empollar, para hablar de un tema que me llevará poco tiempo, al menos comparado con la entradaca anterior. Me gustaría hablar de las etiquetas musicales. Por cierto, qué rabia me da cuando alguien empieza a introducir un tema así: "Hoy me gustaría hablar de..." Deberían decir "quisiera hablar de... y lo voy a hacer" ¿Qué pasa que no te dejan hablar?¿No estás seguro de si debes hablar? Son recursos de mierda (si es que se le puede llamar recurso) para introducir un tema.
Y bueno después de este innecesario párrafo de relleno, me gustaría hablar, y lo voy a hacer, de las etiquetas musicales.

Todo surge de una de las charlas músicales que he tenido recientemente con JJ, un profesor de mi carrera. Nos intercambiamos las típicas preguntas de "tal, tú que escuchas", y empezó a decirme a mí me gusta el rockabilly... y yo what?? Es una de esas palabrejas que has oído pero no sabes a qué género se refiere. Yo le dije mis grupos y me dijo, "pues Pixies es rockabilly" (siento hablar de pixies en la mitad de las entradas). "Y yo ahhhh, es que a eso le llaman rock alternativo".
Y el otro día hablando con Jl, el delegao, me soltó un par de tecnicismos que por otra parte no esperaba oír de su boca. "New wave" y "Synth pop". Estos palabros en cambio sí sabía a qué género se referían. Es lo que yo llamo electrónica. Aunque el vocablo electrónica engloba una gran rama de subgéneros, porque en sí, tanto techno, dance, house, máquina... todo es música hecha con aparatejos electrónicos. Por cierto, me sorprendió bastante que tiene buenas referencias musicales, sobre todo de los 80. Me sorprendió gratamente cuando me dijo que le molaba OMD. Es bueno saber que estás rodeado de gente distinta que te puede aportar su punto de vista musical sobre un género que no muchos controlan.

Cuando yo me refiero a electrónica, a MÍ electrónica, me refiero a las etiquetas que usan los entendidos y que responden al nombre de "indie-dance" o "electroclash". Un ejemplo más de las confusiones que pueden ocurrir cuando lo etiquetas todo.
A veces es un lío hablar con tu colega de música, porque los dos habláis del mismo género pero lo llamáis de diferente forma, como me pasó con JJ. Hay demasiados subgéneros para conocerlos todos, y cuando una persona que controla te habla con tecnicismos, si no estás en su misma onda, te sabe a svenska lo que te está diciendo. También puede ser que te hagas un lío, ¿pero ésto no era éste género?
En fin, que lo mejor es remitirse a los dos grandes géneros: el "está guapo" y el "es una mierda". Lo que pasa que cualquier garrulo puede utilizar estos términos, siendo un absoluto ignorante. Es frecuente que además le den a un tipo de música una descripción que no es la debida, por ejemplo cuando le enseñas a un pachanguero una canción guitarrera (que ni por asomo es jevi), y te dice: dios eso es to jincho. Y te lo dice con toda la autoridad del mundo, elevando el dedo índice al cielo y con la cara de indignación, cuando 1) no es jevi, y 2)escucha música fecal.

* Jincho es la manera despectiva que tienen algunos de llamar a los jevis.

Por lo tanto, quizá lo mejor sea utilizar los grandes géneros, pero de modo genérico, oséase rock, pop, electrónica etc. en vez de referirnos a indie rock (me da mucha rabia eso de "indie"), pop psicodélico, techno-salsa, o cualquier otra mierda que diga otro iluminado.

viernes, 15 de enero de 2010

Crónica Creamfields (ENTRADACA)



En mi casa siempre he mamado música a mansalva, eso es de vox populi: desde jorge cafrune (jorge cabrone para los amigos), hasta los grupos de rock y pasando por los grupos ochenteros de sintetizadores. Con toda esta base de conocimientos musicales he ido explorando y adentrándome en bosques de los que no conocía su existencia. Está claro que cada uno tiene sus fuentes musicales y conforme va creciendo pues va digievolucionando. Yo consulto casi a diario la biblia electrónica para estar al día (Beatport). El caso es que la fiebre electrónica se apoderó de nosotros en verano del 2009 y nos decidimos a dar el paso ya: ir a festivales. El primero fue un festivalillo (Electromar) en el que vimos a Vitalic. Y el segundo y gordo fue el Creamfields. Los que nos embarcamos en sendos viajes fuimos el Jona, Chaparro, Daví y yo.

Chónatan fue el que hizo de chófer, que por cierto menos mal que dijo "sí sí tal, hacemos 2 o 3 paradas"; pues 2 o 3 paradas mis pelotas, el notario se hizo el viaje del tirón. Aunque en ese aspecto mejor, así llegamos antes.
El Creamfields se celebra en El Ejido (Almería), donde la gente aparentemente parece que no sabe hablar, con un peculiar acento a caballo entre el andaluz y el murciano. El campamento base de la gente está en la playa, donde hay gente variopinta de toda España: desde hippies hasta cuarentones que se resignaban a perder su juventud. Había gente muy preparada, que si caravanas, que si coches mezclados con telas en modo tienda de campaña... Y nosotros, los muy desgraciados, solo ivamos en un coche en plan cutrero, pero mejor eso que una patá en la bolsa escrotal. Llegaríamos allí sobre las 2 del mediodía, con el caloraco que hace especial a Andalucía. Había que pasar el tiempo hasta que entráramos ya por la noche, así que empezamos a beber cerveza por un tubo, llamar a nuestras respectivas madres, ir a la playa... que por cierto vaya playa. Es la típica que te metes un metro y ya te cubre, y encima tenía unos grados de salinidad más altos de lo normal diría yo. Anéctodas hay varias, como el panal de avispas que teníamos al lado del coche y no nos dejaban en paz, la odisea que respresentaba ir al otro lado del montículo a mear o a dejar un recuerdo "Con cariño para el Creamfields", porque aquello parecía un campo de minas. Sin ir más lejos, vi atónito cómo un jipi echaba un full, y no estoy hablando de poker.
El tiempo pasó y nos dignamos ya a atravesar la infinita carretera con puestos de embutido y carne que llevaba al festival en sí. Que por cierto me parece mucha tela que un festival de tal calibre sea tan burdo de poner un sello, poniéndose a la altura de cualquier discotecucha, en vez de dar una pulsera molona.
El primer plato fuerte que queríamos ver era a Deadmau5. Así que para hacer tiempo nos metimos en la Carpa Lolita a ver que se comentaba. Estaba pinchando Alex Under. Nada más entrar nos dimos cuenta de dónde nos habíamos metido. Estábamos escuchando a un serie b (comparado con los otros), y rápidamente todos pusimos la sonrisica tonta de decir "dios qué guapo!!", y eso que aún era de día y no era uno de los gordos.

Deadmau5 tocaba en el escenario Sobieski. Yo tenía muchas espectativas puestas en este tipo, y no me decepcionó. Además es un tipo simpático que se lleva una especie de máscara de ratón rojo a lo Micky Mouse, cuando empieza a pinchar. Quizá sea una estrategia para no meterte con él. "Ehh tio es una mierda!!" Y qué joder pero lleva un gorro de Micky Mouse... Empezó con un tema de 8 bits (sonidos de estos de la nintendo 64), que empezaba con un bombo para que empezara a botar la peña, y así fue. Un absoluto despiporre. Todo el mundo botando con las gafas puestas, algunos con máscaras Deadmau5 caseras... todo el mundo flipando. Estuvo brutal. La pena fue que nos fuimos al final para escuchar un ratejo de la leyenda del techno de Detroit, Jeff Mills, perdiéndonos de esta manera Ghosts N Stuff seguro... pero bueno. El momento Deadmau5 podría ser el tema del principio, ya que era como un "preparáos", pero a mí me moló especialmente este.

La siguiente parada también fue en el escenario Sobieski. Era el turno de Tiesto.
Es un tipo con el que yo tenía prejuicios, pero el tiempo me dió una torta, una vez más (como con Vetusta)... Yo me pensaba que pondría trance, como en sus producciones. Y como no me mola este género pues dije, buahh será una ñorda de grandes características... Y no sé si es porque se vendió para no fallar con la gente, o quería cambiar... pero el tipo pinchó una sesión de house que me dejó con el culo torcío. Buen house con buen vocal, y sobre todo, muchos bombos para que la gente se animara. Abusó un poco de los remixes de Dada Life, pero fueron 2 horas de no parar, de botar, de flipas... y más al final cuando se estaba acabando. Puso un tema que me sonaba y D me preguntó... ¿qué es? A lo que me quedé pensando y dije... DIOS!!! OTHER SIDE!!! Sí, ese fue el momento Tiesto. Fue un momento especial, con toda la peña coreando el "how long, how long". Uno de esos momentos que no olvidarás a lo largo de tu vida. Quizá fue el momento Creamfields. Por cierto, el remix es de Benny Benassi.

La siguiente parada fue oír el final de Tiga (en la carpa), que tocaba a la misma hora de Tiesto (la putada padre) y de paso a pillar sitio para oír a los maestros 2 Many Djs. Éstos últimos fueron los que me decidieron a comprar la entrada, aunque también tuvo parte de culpa Deadmau5. CH y J se fueron al coche a descansar y D y yo nos quedamos mano a mano. Empezaron con el Hey Boy Hey Girl para que la gente empezara a botar, como así fue. Y he de decir que si no fueron los mejores, sí lo fueron en cuanto a puesta en escena: cada tema tenía su proyección animada en un pantallón. Si por algo se distinguen 2 Many es por mezclar rock, house, electrónica y de todo en sus sesiones, y la peña ni lo nota. Incluso puso temas de música clásica, Michael Jackson o Chimo Bayo -los muy notarios-, pasando por clásicos como New Order o Nirvana. A mí me sorprendió cuando pincharon 2 temas de Daft Punk. Pero indudablemente el momento fue cuando sonó La Rock de Vitalic. Que de repente se quedó todo a oscuras y cuando rebentó la canción se iluminó todo de golpe. Espectacular. Como no encuentro el vídeo exacto, dejo algo parecido a lo que ocurrió.

Y después de este jolgorio nos fuimos a nuestro "campamento" (coche), donde mientras los otros 2 sobaban tuvimos conversaciones filosóficas sobre mptreses que se contraen sobre sí mismos. Como yo no tenía sueño me salí al maletero a hacerme un chorro al fresco y vino un tipo de Alicante que empezó a rallarme con el Lucentum de baloncesto (no podía dar crédito).
Cuando estuvieron todos ya con las pilas estuvieron de monserga y decidí meterme al festival yo sólo, to desesperado por amortizar al máximo el dinero de la entrada. A las 7 menos algo o por ahí empezaban ya los últimos, que eran Mistress Barbara y Rex The Dog. Cuando quería llamarlos para ver si estaban ya en el festival se me acabó la batería del móvil (ooohh qué suerte), pero por fortuna los vi en la entrada. Así que fuimos los 4 a ver a la reina del mascachapeo, pero aquello era un infierno. Era demasiado minimalero, con sonidos aborrecibles y lentos ya la gente "bailaba" moviendo los hombros de izquierda a derecha ininterrumpidamente. Así que me volví a ir yo sólo a ver al perro a la carpa.

Allí estaban todos los jipis y demás gente de buen rollo, botando sin parar, todos con marcha como si no fuera de día. Hasta los cuarentones estaban enchufados. Así que me cogí un abanico y me infiltré yo sólo y empecé a botar como un muelle. El perro tiene electrónica muy "indie", así de buen rollo y tal. Hubo algunos momentos en los que se me ponían los pelos de punta, con los temazos que me ponía el tío, aún hoy se me pone el pelo de punta cuando recuerdo algunos como éste. Uno de los momentos fue cuando puso un remix suyo de Depeche Mode que no conocía, fue un momento increíble (tema que dejo en el reproductor). Aquí está el momento Rex The DOg. Me he vuelto loco buscando este remix de Day N Night, pero no existe. Hubo varios momentos de éxtasis. Y luego para chapar puso la que pone siempre, Fight For Your Rights de Beastie Boys.
Luego cuando volví a nuestra base me enteré que mis colegas también se habían pasado a ver al perro, normal, lo otro era un coñazo para pasaos.

No sabría decir quién fue el mejor, porque los 4 que vi íntegros me molaron mucho, pero quizá estaría entre Tiesto y los 2 Many.
Y ahora sólo falta esperar al próximo.

jueves, 7 de enero de 2010

Los terceros discos

Los terceros discos es un tema importante que quiero tratar. Estos discos no tienen nada especial; es otro lanzamiento más en la trayectoria de cualquier músico.
Pero, simbólicamente para mí, empiezan a representar lo que es la prueba de fuego, es decir, si el grupo se consolida o cae ya en el olvido.
Es un asunto que se me había olvidado que quería comentar, y lo recordé porque el día de mi cumpleaños me regalaron varios discos originales, entre ellos Hot Fuss de Killers. Esto me trajo a la memoria la entrada que quería editar.

The Killers era un grupo que prometía bastante, al menos para mí. Sacó como debut un brillante disco como es Hot Fuss, y años después vio la luz Sam's Town, otro disco que nos dejó varios hits muy importantes. Antes de sacar lo que es el tercer disco, lanzaron Sawdust, que es simplemente rarezas más el temón -que podemos calificar como himno-, que es Tranquilize, junto a Lou Reed, de la vieja escuela. ¿Entonces cuál es el problema? Pues no sé si se vendieron a alguna multinacional, o se quisieron reír del personal, pero su tercer disco, Day & Age, es un insulto a mi inteligencia y al de cualquier persona que se considerara seguidor de The Killers. Temas pastel como Dancer y se han convertido en un himno para las chicuelas en las tascas pijas.

El grupo que más me decepcionó con su tercer disco fue Yeah Yeah Yeahs. Decepción verdaderamente descomunal. Tras el bizarro Fever To Tell que dejó canciones que jamás olvidaremos como Y-Control o Maps, se superaron (para mi gusto) con Show Your Bones. Un disco no tan barroco pero muy guitarrero y completo desde la primera hasta la última canción. Los sonidos de guitarra de Nick Zinner y la voz de Karen O le dan un toque especial a este grupo. El pasado año escuché el primer single -Heads Will Roll- de su tercer álbum (It's Blitz) y me dije "dios que guaaaapo". La novedad era que combinaban su música con bases electrónicas, lo que le hace que Heads Will Roll sea una canción tremenda. Supuse que el resto del disco estaría al nivel de los otros dos hermanos mayores, pero no fue así para mi disgusto. No es un disco tan pastel como el tercero de Killers, pero no está a la altura. Yo confío en que se hayan dado cuenta y en el cuarto me sorprendan gratamente como en antaño.

Este ritual de los terceros discos también se extiende al género electrónico, en el que cual me llevé un chasco con Felix Da Housecat, uno de mis preferidos. Después de hacer que me enchufara con temacos como Silver Screen, Watching Cars Go By, Control Freaq o Happy Hour, fue bastante duro para mí (se me caía uno de mis mitos) oír el monton de basura que representa Virgo Blacktro & The Movie Disco, el maldito tercer disco. De este disco sólo me molaba un tema, y tampoco sería tan bueno porque ni me acuerdo como se llama, ni tengo ganas de buscarlo. Aunque el negrete simpático de Chicago se ha recuperado de su batacazo en su cuarto disco que es de 2009, He Was King. Traducido sería "Él fue Rey", nunca mejor dicho, el disco está bien porque vuelve a sus ritmitos funkies y ochenteros, así que el tío Felix tiene mi perdón por haber sabido rectificar, osea que ahora podrá dormir agusto (porque él sigue mi blog).

Ahora mismo no recuerdo otros grupos que me interesen que se hayan columpiado con el tercer disco, pero estaré al tanto de ver lo que hacen Arcade Fire.